Las autoridades
sanitarias de China anunciaron un total de 12 mil 658 fallecimientos
relacionados con Covid-19 en hospitales entre el 13 y el 19 de enero, que
aumentan el balance oficial a 72 mil 596 desde el pasado 8 de diciembre, cuando
las autoridades comenzaron a desmantelar la política de 'cero covid'.
Entre estos casi 13
mil decesos, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) diferencia
entre 681 producidos directamente por covid y otros 11 mil 977 en casos en los
que también influyeron otras dolencias subyacentes.
La última
actualización de la institución da cuenta de más de 470 mil hospitalizados
por covid en todo el país, de los que unos 52 mil se encontraban graves.
Informes no
reflejan realidad en China
Desde finales de
diciembre, China dejó de publicar boletines diarios sobre la evolución de los
contagios y fallecimientos por covid para hacerlo de forma semanal, debido en
parte a que el final de las pruebas rutinarias de PCR para la población impedía
conocer la propagación del virus de manera precisa.
En las últimas
semanas, algunas voces han puesto en duda la veracidad de las cifras de
fallecimientos ofrecidas por China, que contrastan con estimaciones como las de
la compañía británica de análisis del sector sanitario Airfinity, que aseguró
recientemente que se podrían llegar a alcanzar unas 36.000 muertes al día
durante las vacaciones del Año Nuevo Lunar -del 21 al 27 de enero- en el país.
Este mismo fin de
semana, el epidemiólogo jefe del CDC, Wu Zunyou, estimó en redes sociales que
un 80 por ciento de la población china ya había contraído la enfermedad en
el marco de la primera gran ola de contagios tras el desmantelamiento del 'cero
covid', lo que situaría la cifra de casos en unos mil 129.4 millones.
Tras casi tres años
de unas duras restricciones, confinamientos y cierre prácticamente total de
fronteras que acabaron cristalizando en protestas en diversas partes del país,
China comenzó a desmantelar el 'cero covid' a principios de diciembre, y el
pasado 8 de enero redujo de la categoría A -nivel de máximo peligro- a la B la
gestión de la enfermedad, marcando así en la práctica el final de esta
estrategia.