Con huelgas y
manifestaciones masivas en las calles, cientos de miles de franceses secundaron
hoy la llamada a la movilización lanzada por los sindicatos contra la
reforma del sistema de pensiones propuesta por el gobierno del
presidente Emmanuel Macron, decidido a aprobarla a pesar del fuerte
rechazo popular.
"La movilización es la imagen de lo que leemos en las encuestas, es decir,
que una gran mayoría de los ciudadanos de este país están en contra de esta
reforma", afirmó Philippe Martínez, secretario general de la
Confederación General del Trabajo (CGT) francesa, desde la cabecera de la
multitudinaria manifestación organizada en París.
Algunos de los
manifestantes causaron por los que fueron detenidas 38 personas.La de
París fue la demostración de músculo más importante de la jornada de protestas,
que se extendieron también por toda Francia, desde Marsella a Nantes.A nivel
nacional, los sindicatos estiman que se logró sobrepasar el objetivo de dos
millones de manifestantes, en tanto que el ministerio del Interior rebajó la
cifra a 1.1 millones."El mensaje es claro: No al aumento del tiempo de
cotización y no al retraso de la edad legal de comienzo de la jubilación. Es simple",
recalcó a EFE Martínez. "Queremos tener una buena jubilación, no
queremos llegar a la jubilación estando quebrados, cansados, rotos (...) Si el
Gobierno no recobra la razón habrá más" protestas, advirtió, por su parte,
Laurent Escure, secretario general de la , en declaraciones a EFE también
desde la cabecera de la protesta parisina.Tras los sindicatos desfilaron muchas
organizaciones pequeñas y miles de personas anónimas, desde a trabajadores
cercanos a la jubilación."Estamos aquí para decir que no, porque es
también una cuestión de visión de la sociedad. ¿Queremos ser una sociedad que
utilice al ser humano o queremos una sociedad para el beneficio del ser
humano?", cuestionaba junto a otros jóvenes estudiantes de secundaria
Eliot Gafanesch, de 17 años, de la organización La Voix Lycéenne.
De acuerdo con los
sindicatos y a falta de cifras de asistencia oficiales, solo en la capital unas
400 mil personas marcharon contra los planes del gobierno, y formaron una marea
humana que se expandió durante horas entre la Plaza de la República y la
de la Nación.
Algunos de los
manifestantes causaron incidentes y destrozos por los que fueron
detenidas 38 personas.
La de París fue la demostración de músculo más importante de la jornada de
protestas, que se extendieron también por toda Francia, desde Marsella a
Nantes.
A nivel nacional, los sindicatos estiman que se logró sobrepasar el objetivo de
dos millones de manifestantes, en tanto que el ministerio del Interior rebajó
la cifra a 1.1 millones.
"El mensaje es claro: No al aumento del tiempo de cotización y no al
retraso de la edad legal de comienzo de la jubilación. Es simple", recalcó
a EFE Martínez.
Junto a las
manifestaciones, además, hubo huelgas que se dejaron sentir de forma
especial en sectores como el del transporte público, que funcionó con
notable lentitud en los ferrocarriles y en las grandes ciudades, o la
educación.
Las manifestaciones han sido "importantes", reconoció al final de la
jornada el ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, en declaraciones a la
radio RTL, en las que indicó que se trata de una cuestión "sensible"
para los franceses.
Sindicatos contra
Macron
Los sindicatos
buscaban hoy una demostración de fuerza para escenificar la impopularidad del
proyecto de reforma del sistema de jubilaciones que el presidente francés, Emmanuel
Macron, ha ubicado entre las prioridades de su gobierno para este 2023.
Los dos principales ejes del proyecto, que el Ejecutivo defiende como
imprescindible para el equilibrio financiero del sistema, son el retraso
de la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y el
aumento del periodo de cotización de 42 a 43 años para 2027 (hasta ahora
previsto para 2035) para disfrutar de la pensión completa.
"Aquí están todas las organizaciones. Es una gran señal de que la gente
está furiosa", aseveró a EFE Gaelle Martínez, secretaria nacional del
sindicato Solidaires desde la concentración en París.
"Queremos tener una buena jubilación, no queremos llegar a la jubilación
estando quebrados, cansados, rotos (...) Si el Gobierno no recobra la razón
habrá más" protestas, advirtió, por su parte, Laurent Escure, secretario
general de la Unión Nacional de los Sindicatos Autónomos (UNSA), en
declaraciones a EFE también desde la cabecera de la protesta parisina.
Tras los sindicatos desfilaron muchas organizaciones pequeñas y miles de
personas anónimas, desde estudiantes a trabajadores cercanos a la
jubilación.
"Estamos aquí para decir que no, porque es también una cuestión de visión
de la sociedad. ¿Queremos ser una sociedad que utilice al ser humano o queremos
una sociedad para el beneficio del ser humano?", cuestionaba junto a otros
jóvenes estudiantes de secundaria Eliot Gafanesch, de 17 años, de la
organización La Voix Lycéenne.
Macron no dará
marcha atrás a la iniciativa
A pesar de las
manifestaciones masivas, Macron, que se encontraba hoy en Barcelona para una
cumbre hispano-francesa junto al presidente del gobierno español, Pedro
Sánchez, afirmó que no va a dar marcha atrás a la reforma.
"Si queremos ser justos entre las generaciones y salvar nuestro sistema de
reparto, debemos hacer esta reforma", afirmó.
No obstante, dado que el partido gubernamental perdió en 2022 la mayoría
absoluta en la Asamblea Nacional, el Ejecutivo necesitará el apoyo de al
menos otro partido para sacar adelante el proyecto.
Los conservadores
de Los Republicanos (LR) son el único socio dispuesto a sostener la iniciativa,
que tiene el rechazo frontal de la izquierda y la ultraderecha.
El Ejecutivo asegura que la reforma es necesaria porque el sistema va a generar
un déficit que alcanzaría los 12 mil 500 millones de euros en 2030,
mientras que sus detractores creen que se podría tasar a los ultrarricos y a
los beneficios del capital para solventarlo.