BRUSELAS.- En
los muelles de la tierra de Michiel de Ruyter, uno de los almirantes más
brillantes de la historia naval por sus proezas frente a la poderosa flota
anglo-francesa del siglo XVII, Estados Unidos y la OTAN comenzaron a exhibir su
músculo militar frente a la probable segunda ofensiva rusa en Ucrania.
En el pueblo
costero de Flesinga, en la provincia de Zelanda, al sur de Países Bajos, el
ejército estadounidense comenzó a descargar, uno por uno, mil 275 tanques,
cañones de artillería y otro tipo de material militar. Una brigada
completa.
La operación es meticulosa
y cuenta con el apoyo de 75 militares holandeses equipados con armas largas.
Los uniformados vigilan la zona de uso exclusivo militar las 24 horas. También
intervinieron perros rastreadores de explosivos y la unidad submarina de la
fuerza naval holandesa. Todos tienen la instrucción de evitar algún intento de
sabotaje, incluyendo submarino.
El equipo fue
transportado a tierra naranja en el MV Cape Washington, buque asignado en
Maryland, propiedad del Departamento de Transporte de EU y que fue clave para
trasladar blindados y suministros a las tropas estadounidenses que participaron
en las guerras de Irak y Afganistán. El manejo de la carga es responsabilidad
del personal estadounidense.
Entre el equipo
militar hay tanques M1 Abrams, obúses Paladin y vehículos de infantería
Bradley. Tienen como destino fortalecer el frente aliado este, concretamente
las posiciones defensivas en Polonia y Lituania. Todo tiene lugar en el
contexto de la Operation Atlantic Resolve, puesta en marcha por el Consejo
Atlántico en respuesta a la invasión rusa en Ucrania. En estos países se
estacionará la Segunda Brigada estadounidense de la Primera División de
Caballería de Fort Hood, Texas. Los uniformados de EU permanecerán ahí por seis
meses.
La carga será
trasladada a su destino por carretera, tren y las principales rutas de comercio
naval intercontinental. La operación durará hasta principios de febrero.
De acuerdo con el
Ministerio de Defensa de Países Bajos, la nación naranja constituye la fuerza
propulsora detrás del proyecto de Movilidad Militar PESCO (Cooperación
Estructurada Permanente), diseñado para que el material puesto a disposición de
la OTAN llegue a su destino en los plazos más cortos, debido a que "la
velocidad es crucial en las operaciones militares".
El mayor Paul
Ehrismann, del ejército de Países Bajos, afirma que la operación en Flesinga certifica
la importancia de su país para la movilidad de arsenal bélico en toda Europa,
particularmente el destinado al flanco este de la OTAN. "Contamos con
buena infraestructura y una ubicación estratégica. Así es como demostramos que
somos valiosos como socios de la OTAN", dijo.
Como elemento
disuasorio a la ofensiva rusa, la OTAN ha venido aumentando su presencia en su
ala oriental. En total ha desplegado ocho grupos de combate en Bulgaria,
Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumania y Eslovaquia.
Ninguno de los contingentes de defensa es igual.
En la cumbre de la
OTAN, celebrada en junio pasado, en Madrid, los aliados acordaron expandir sus
fuerzas en el este enviando más equipo y armamento, integrando los sistemas de
defensa aérea, fortaleciendo los centros de mando y perfeccionando los planes
de defensa.
El Institute for
the Study of War mantiene abierta la probabilidad de una segunda ofensiva rusa
en el norte de Ucrania durante el invierno, para tomar el control de Kiev.