Hermosillo, Sonora. Con la aprobación del nuevo
delito se protegerá a las y los jóvenes contra las bebidas alteradas
Para garantizar el derecho de los jóvenes a divertirse
de forma segura, sin riesgos de ser violentados y frenar a los criminales que
alteran las bebidas en fiestas públicas, privadas, bares y todo tipo de
establecimientos, el Congreso del Estado aprobó la creación del delito de
sumisión química con castigos de hasta 10 años de cárcel, además de las penas
que correspondan a la agresión, abuso o actos de violencia contra la víctima.
En sesión de Pleno, diputadas y diputados de
todos los partidos representados en el recinto, votaron por unanimidad el sancionar
a quien de manera subrepticia o mediante intimidación o engaño introduzca
sustancias embriagantes, narcóticos, fármacos, o cualquier otra sustancia
natural o química en la bebida de la víctima para manipular, anular o disminuir
su voluntad, generarle una disminución de su grado de vigilancia, vulnerar su
capacidad de juicio o provocar su completa inconsciencia.
Natalia Rivera Grijalva, diputada de Movimiento
Ciudadana impulsora de la reforma, luego de reconocer el trabajo de la
Legislatura para sumar la visión ciudadana mediante ejercicios de consulta y
Parlamento Abierto, particularmente con jóvenes, informó que Sonora se
convierte así en la primera entidad en el país en considerar como delito el
llamado “canasteo”, un cobarde acto que está relacionado con uno de cada tres
abusos sexuales en contra de mujeres que acuden a centros de diversión a nivel
mundial.
“Las y los jóvenes insistieron mucho en frenar
estas conductas que no los dejan divertirse con libertad y de manera segura,
padres y madres de familia que exigían leyes que protejan a sus hijos; por eso
no sólo se castigará a los criminales que alteran bebidas, sino que los
establecimientos contarán ahora con protocolo de protección y soluciones
tecnológicas para que las víctimas puedan pedir auxilior”, agregó la
legisladora hermosillense.
Rivera Grijalva recordó que en otros estados la
sumisión química es más un agravante que un delito en sí mismo, por lo que
felicitó a la Legislatura sonorense por dar un paso adelante en la protección
de nuestras juventudes, poniendo a Sonora a la vanguardia en este tema.